Según destacados representantes del sector privado, el cobre representa una gran promesa para Argentina, con un potencial significativo como productor. Se estima que el país podría alcanzar el quinto lugar a nivel mundial en producción de cobre, siguiendo a líderes como Chile, Perú, China y Estados Unidos.

La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) proyecta que las primeras exportaciones de cobre podrían comenzar hacia 2027, siempre que los proyectos en carpeta continúen su desarrollo. Se estima que estas exportaciones podrían generar ingresos cercanos a los U$S 8.341 millones para 2035.

Además, los proyectos en marcha podrían implicar inversiones de capital superiores a los U$S 20.000 millones y la creación de entre 30.000 y 40.000 nuevos puestos de trabajo, lo que representaría un incremento sustancial en el empleo minero en el país.

Las proyecciones indican que hacia 2035, la demanda mundial de cobre podría superar las 10 millones de toneladas, equivalente a la necesidad de desarrollar aproximadamente 50 proyectos de clase mundial. Argentina, con 23 proyectos listos para iniciar construcción a corto plazo, se encuentra bien posicionada para responder a esta creciente demanda.

Entre los proyectos destacados se encuentran Josemaría en San Juan, en etapa avanzada de construcción con una inversión proyectada de U$S 4.100 millones; El Pachón, en fase de factibilidad con U$S 4.500 millones; y Los Azules, en estudio económico preliminar con U$S 2.363 millones, entre otros.

A nivel global, Perú también busca aumentar su producción de cobre con una inversión esperada de U$S 40.000 millones, aprovechando sus vastas reservas y nuevos proyectos de explotación.

El reciente encuentro ROKTop Argentina subrayó las megatendencias que definirán el futuro de la minería en la región, incluyendo el cambio demográfico, la transformación digital, el control autónomo y la transición energética. Estos factores son cruciales para la industria minera, que está adoptando estrategias para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que presenta el panorama global.

En resumen, Argentina se proyecta como un jugador clave en la industria global del cobre, con proyectos ambiciosos que podrían transformar significativamente su economía y sector minero en los próximos años.