En Argentina, la profesión de sommelier es un campo en ascenso, ya que cada vez más empresarios gastronómicos reconocen el valor del vino como una parte integral de su negocio. Aunque no hay un registro oficial de cuántos sommeliers hay en el país, la Asociación Argentina de Sommeliers cuenta con unos 600 socios, y este número sigue creciendo.

Los sommeliers desempeñan una variedad de roles, desde trabajar en restaurantes y hoteles hasta ser críticos de vino y catadores. Además, tienen la oportunidad de trabajar como embajadores de marca, en ventas para bodegas o distribuidoras, en medios de comunicación especializados, como consultores independientes, entre otros.

La capacitación es clave para destacarse en esta profesión, y aquellos sommeliers mejor preparados tienden a tener más oportunidades laborales. Parte de esta formación implica viajar, ya que los sommeliers deben conocer no solo los vinos argentinos, sino también los vinos de todo el mundo.

En términos de remuneración, los sommeliers tienen una variedad de opciones según su área de trabajo. En un restaurante, por ejemplo, un Head Sommelier puede ganar un salario mínimo neto sugerido de $497,302, mientras que en un hotel este valor asciende a $691,436. Además del salario base, los sommeliers suelen recibir propinas de los clientes como reconocimiento a su servicio.

Para aquellos que trabajan de manera independiente, los honorarios varían según la tarea realizada. Por ejemplo, los sommeliers que ofrecen servicios para eventos pueden cobrar desde $9,659 por hora, mientras que aquellos que dan charlas en bodegas pueden comenzar en $15,383 por hora.

En resumen, la profesión de sommelier en Argentina ofrece una variedad de oportunidades laborales y opciones de remuneración, y está en constante crecimiento a medida que el vino se convierte en un aspecto más importante dentro de la industria gastronómica.

Fuente iprofesinal